10/1/24


Este año, entre mis (no) propósitos estaba compartir más sobre aquello que leo y convertir el placer de leer en un acto más social. Las redes sociales me permiten descubrir a diario autores y libros que, de otra forma, no conocería. Pero yo siempre he sido una lectora solitaria: no suelo participar en clubes de lectura, ni tengo un entorno con el que me una un gusto/género literario común. ⁣⁣


Veremos a ver si 2024 hace su magia o todo queda reducido a mi perfil de Goodreads. Por lo pronto, dejo por aquí las que han sido mis lecturas favoritas estos últimos 12 meses, por si a alguien le anima a conocer nuevas historias ✨


13/4/21

Cuando en esta casa se junta la variable ‘fin de semana’ con la variable ‘lluvia’, la unión suele dar como resultado mañanas de manualidades. En esta ocasión quería hacerle a Leo algún objeto con el que pudiera disfrutar más allá del propio proceso de creación. Así que, aprovechando que teníamos cartón y ganas de un reportaje fotográfico, nos pusimos manos a la obra para construir una cámara de fotos homemade.

Este DIY, además de ser sencillísimo, les da mucho juego porque entra en escena la imaginación. Los preparativos de la foto, el ruido de la máquina al disparar, la imaginaria foto resultante… ¡todo es una aventura!

 

Personalmente, los do it yourself que más me satisfacen son esos que puedes hacer de forma improvisada, sin necesidad de contar con materiales especiales. Es el caso de esta cámara, ya que para su realización basta con tener un trozo de cartón, silicona (o pegamento), un poco de pintura, un rollo de papel higiénico y un trocito de cuerda. Como veréis a continuación, los pasos también son muy fáciles, tanto que al menos en nuestro caso, logramos acabar la manualidad del tirón, sin esperas ni distracciones. Y eso, creedme, no es nada habitual.  

 

Si queréis que vuestros pequeños se conviertan en reporteros, o simplemente os apetece pasar un rato entretenido, id desenfundando la pistola de silicona y sonriendo para las miles de fotos que os esperan. 



22/6/20

Uno de nuestros grandes descubrimientos estos meses ha sido la plastilina. Leo había jugado con ella en la escuela infantil, pero en casa no nos habíamos animado a tenerla. Junto con la levadura y los huevos, creo que la plastilina ha sido uno de los productos más codiciados en la cuarentena. Nosotros llegamos a tiempo para hacernos con dos juegos de botes y en pleno furor también cogimos varios bloques de arcilla blanca. 

Desde que decidí volver a usar reloj, necesitaba un pequeño plato para dejarlo encima de la cómoda y que estuviera visible (para no olvidar así ponérmelo cada mañana). Había visto algunos en tiendas, pero las provisiones de arcilla y el ansia craft propia del encierro, me llevaron a hacer mis propias pequeñas bandejas “deja-todo”.


Es un DIY muy fácil que se puede adaptar perfectamente a los elementos que tengáis en casa. Lo único imprescindible es la arcilla, en mi caso utilicé blanca, pero se puede utilizar de color terracota y después pintar. Yo quería uno con la constelación de Leo que improvisé con unas pequeñas estrellas y para el otro usé una hoja del jardín que estampé. Si os animáis a hacer vuestros propios platos, a continuación os dejo el listado de materiales, herramientas y pasos para realizarlos. 

Por lo pronto, cuando deje sobre estos cuencos el collar y el reloj cada tarde, me acordaré de aquella primavera lluviosa en la que el tiempo se detuvo y nosotros disfrutamos de estar juntos. 

4/6/20

Una de las tareas que siempre tienes pendiente cuando tienes niños pequeños es reorganizar sus juguetes. Entre los que tienen propios, los que heredan, los que reciben como regalos… es muy difícil fijar criterios. Hace unos días aprovechamos para redescubrir aquellos que teníamos olvidados y dimos con unos animales de granja que le había regalado a mi sobrina tiempo atrás. Como mi hijo tampoco mostró un gran interés por ellos, decidí que íbamos a utilizarlos para hacer un DIY que llevaba años viendo en Pinterest.

Si te gusta bucear por esta red social seguramente te hayas topado con los botes con tapas de animales dorados. Si es así y los guardas en alguno de tus tablones, te animo a que pruebes esta manualidad porque es muy sencilla y los niños disfrutan mucho (sobre todo en el momento spray). 

 

En este pequeño manual de instrucciones te indico qué materiales y herramientas necesitas, verás que son cosas muy accesibles. Me hubiese gustado hacer fotos del proceso pero fue tan improvisado, rápido y divertido que se me olvido sacar la cámara/móvil. 


Los botes pueden tener mil usos, nosotros hemos decidido colocarlos en el baño con algodones y bastoncillos. Ahora siempre que Leo los ve, me pregunta cuándo vamos a pintar más juguetes ♡

19/5/20

Una de las tareas que más está disfrutando mi hijo de dos años durante este confinamiento es el cuidado de las flores. Tenemos la suerte de estar pasando esta época en el campo, muy conectados con la naturaleza y este hecho le ha llevado a descubrir el lado silvestre de la cotidiano. Este fin de semana, mientras regaba, me propuso coger una flor de cada una de las plantas que tenemos y, a su vez, yo le propuse hacer una pequeña prensa de flores. 

Llevo mucho tiempo queriendo hacer una con madera y tornillos, pero lo bueno que tiene la improvisación y la impaciencia de los niños es que rápidamente encuentras recursos. Aprovechando una caja de cartón, servilletas y una goma elástica que nos había servido para hacer mascarillas hicimos nuestro pequeño artefacto floral.  

Es muy sencillo: sólo se necesitan varios rectángulos de cartón, servilletas de papel para poner entre capas y, en nuestro caso, utilizamos una goma para sujetarlo todo bien. Ahora la tenemos en la estantería entre libros y estamos deseando que pasen diez días para ver cómo han quedado nuestras flores. ¡De aquí seguro que sale otro DIY campestre! 

23/4/20


Celebrando el Día del Libro, he decidido retomar este espacio con un Booktag que el Instituto Cervantes ha propuesto para todo aquel que quiera sumarse. En él proponen recomendar una decena de libros para diez momentos diferentes del día. La principal premisa es que sean libros escritos en español y que, de una forma u otra, te hayan marcado. ¡Aquí va mi recopilación!

1.Libro de las 7.00 h. : Libro madrugador (Un libro de literatura contemporánea)

Bartbely y compañía de Enrique Vila-Matas: Este autor es uno de mis escritores favoritos y este libro se encuentra dentro del ranking de mis libros favoritos. Es un texto meta-literario en el que se habla de todos aquellos autores que dejaron de escribir e indaga los motivos que les llevaron a tomar esa determinación. El nombre lo toma de Bartleby, un personaje de un relato de Herman Melville al que siempre que le encargaban un trabajo respondía: I’d prefer not to (“preferíría no hacerlo”). 

2.Libro de las 9.00 h. : Un telelibro (Un libro que hayas leído en digital o audiolibro)

La suma de los días, de Isabel Allende. De Isabel Allende he leído varios libros, pero siempre de forma intermitente. Tengo momentos de mi vida ligados a la lectura de alguno de ellos (como cuando leí “Paula” siendo muy pequeña o “La casa de los espíritus”, recién aterrizada en Madrid). En este libro, Allende le cuenta a su hija Paula todo lo que ha ocurrido en su familia desde que ella falleció. Es un libro que muestra a una mujer muy valiente, con una vida trepidante. Me gustó especialmente la honestidad con la que comparte con los lectores parcelas de su intimidad, dándole siempre un toque de complicidad y humor.  

3. Libro de las 11.30 h. : Libro del café de media mañana (Un libro breve)

Señora de rojo sobre fondo gris, de Miguel Delibes. ¡Qué delicia de libro! Es, sin duda, una de las novelas más emotivas y bonitas que he leído nunca. En él, el protagonista le cuenta a su hija, que ha estado en la cárcel por motivos políticos, cómo ha sido la muerte de su madre. Es un libro que emana amor y admiración en cada página; un relato que mantiene muchas paralelismos con la propia vida de Delibes, quien perdió a su mujer siendo esta muy joven. 

4. Libro de las 12.00 h. : Libro de vuelta al trabajo (Un libro de no ficción)

Todos deberíamos ser feministas, de Chimamanda Ngozi Adichie. Es un libro breve con un discurso muy claro y directo, en el que la autora expresa de qué forma el feminismo nos puede ayudar a construir un mundo más justo y mejor. 

5. Libro de las 16.00 h. : Libro para después de comer (Un libro para relajarse)

Nada, de Carmen Laforet. No podía dejar atrás a la que, en mi opinión, es una de las mejores escritoras de nuestro país. En el libro se narra la atmósfera asfixiante que rodea la llegada de Andrea, una joven estudiante, a Barcelona, donde se traslada para estudiar y comenzar una nueva vida. Allí vive con una parte de su familia y trata de doblegarse al hambre, miseria e indiferencia con la que es tratada. 

6. Libro de las 18.00 h. : Libro para salir de la rutina (Un libro que te haya enganchado)

La tempestad, de Juan Manuel de Prada. Es el primer libro que me ha venido a la cabeza, aunque hace muchísimos años que lo leí. He de reconocer que este libro vino a mis manos por casualidad, pero me sorprendió muy gratamente. En él se cuenta la historia de Alejandro, un profesor de arte que llega a Venecia en invierno en medio de una ola frío e inundaciones que asolan la ciudad. Allí es testigo de un asesinato, el cual le lleva a conocer a personajes tenebrosos y a apartarse de su principal objetivo: terminar su tesis, gracias al estudio del cuadro “La tempestad” del artista Giorgione.

7. Libro de las 20.00 h. : Un libro para aplaudir (Un gran clásico de la literatura en español)

Los pazos de Ulloa, de Emilia Pardo Bazán. Publicada en 1886, narra la historia del Marqués de Ulloa, quien se ve obligado a contraer matrimonio con Nucha, una chica de ciudad que no se adapta a la vida rural de los pazos. A todo esto hay que sumarle la llegada a esta localidad del sacerdote Julián y las aventuras de Sabel, la bella criada que tiene un hijo del marqués y es totalmente opuesta a Nucha. 

8. Libro de las 21.00 h. : Libro para irse a dormir (Un libro de literatura infantil)

Manolito gafotas de Elvira Lindo. Como madre de un hijo pequeño al que le encanta leer (más bien que le lean) leo y consumo mucha literatura infantil. No obstante, en este apartado quería reseñar uno de los libros que más disfruté en mi infancia: el clásico “Manolito gafotas”. Creo que es un libro perfecto, escrito en un lenguaje muy cercano y plagado de aventuras y humor. Es uno de los libros que guardo con más cariño.  

9. Libro de las 23. 00 h. : Un libro para soñar (Un libro de literatura fantástica)

Lágrimas en la lluvia de Rosa Montero. De la trilogía de Bruna Husky es el libro que más me gusta. Este está ambientado en 2109, en un momento en el que las muertes de replicantes sufren un repunte. Bruna Husky es contratada para investigar qué se esconde detrás de esta ola de locura colectiva y nos permite acompañarla en una trama en la que el amor, la traición y la moral tienen un papel relevante.   

10. Libro de 1 a 6.00 h. : Un libro oculto (Un libro poco conocido)

La lluvia amarilla de Julio Llamazares. No sé hasta qué punto puede considerarse un libro poco conocido, pero hasta que lo descubrí a primeros de año (gracias al canal de Magrat Ajostiernos), nunca había oído hablar de él. Se trata de un texto con una prosa magnífica, escrito como un monólogo en el que su protagonista narra la historia de Ainielle, un pueblo abandonado del pirineo del que es el último superviviente. Es un libro que expira soledad, pero también añoranza y melancolía por todos los recuerdos vividos en un lugar olvidado, en el que ya no sucede nada. 

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