13/4/21
Cuando en esta casa se junta la variable ‘fin de semana’ con la variable ‘lluvia’, la unión suele dar como resultado mañanas de manualidades. En esta ocasión quería hacerle a Leo algún objeto con el que pudiera disfrutar más allá del propio proceso de creación. Así que, aprovechando que teníamos cartón y ganas de un reportaje fotográfico, nos pusimos manos a la obra para construir una cámara de fotos homemade.
Este DIY, además de ser sencillísimo, les da mucho juego porque entra en escena la imaginación. Los preparativos de la foto, el ruido de la máquina al disparar, la imaginaria foto resultante… ¡todo es una aventura!
Si queréis que vuestros pequeños se conviertan en reporteros, o simplemente os apetece pasar un rato entretenido, id desenfundando la pistola de silicona y sonriendo para las miles de fotos que os esperan.
22/6/20
Uno de nuestros grandes descubrimientos estos meses ha sido la plastilina. Leo había jugado con ella en la escuela infantil, pero en casa no nos habíamos animado a tenerla. Junto con la levadura y los huevos, creo que la plastilina ha sido uno de los productos más codiciados en la cuarentena. Nosotros llegamos a tiempo para hacernos con dos juegos de botes y en pleno furor también cogimos varios bloques de arcilla blanca.
Desde que decidí volver a usar reloj, necesitaba un pequeño plato para dejarlo encima de la cómoda y que estuviera visible (para no olvidar así ponérmelo cada mañana). Había visto algunos en tiendas, pero las provisiones de arcilla y el ansia craft propia del encierro, me llevaron a hacer mis propias pequeñas bandejas “deja-todo”.
Es un DIY muy fácil que se puede adaptar perfectamente a los elementos que tengáis en casa. Lo único imprescindible es la arcilla, en mi caso utilicé blanca, pero se puede utilizar de color terracota y después pintar. Yo quería uno con la constelación de Leo que improvisé con unas pequeñas estrellas y para el otro usé una hoja del jardín que estampé. Si os animáis a hacer vuestros propios platos, a continuación os dejo el listado de materiales, herramientas y pasos para realizarlos.
Por lo pronto, cuando deje sobre estos cuencos el collar y el reloj cada tarde, me acordaré de aquella primavera lluviosa en la que el tiempo se detuvo y nosotros disfrutamos de estar juntos.
4/6/20
Una de las tareas que siempre tienes pendiente cuando tienes niños pequeños es reorganizar sus juguetes. Entre los que tienen propios, los que heredan, los que reciben como regalos… es muy difícil fijar criterios. Hace unos días aprovechamos para redescubrir aquellos que teníamos olvidados y dimos con unos animales de granja que le había regalado a mi sobrina tiempo atrás. Como mi hijo tampoco mostró un gran interés por ellos, decidí que íbamos a utilizarlos para hacer un DIY que llevaba años viendo en Pinterest.
Si te gusta bucear por esta red social seguramente te hayas topado con los botes con tapas de animales dorados. Si es así y los guardas en alguno de tus tablones, te animo a que pruebes esta manualidad porque es muy sencilla y los niños disfrutan mucho (sobre todo en el momento spray).
En este pequeño manual de instrucciones te indico qué materiales y herramientas necesitas, verás que son cosas muy accesibles. Me hubiese gustado hacer fotos del proceso pero fue tan improvisado, rápido y divertido que se me olvido sacar la cámara/móvil.
Los botes pueden tener mil usos, nosotros hemos decidido colocarlos en el baño con algodones y bastoncillos. Ahora siempre que Leo los ve, me pregunta cuándo vamos a pintar más juguetes ♡
19/5/20
Una de las tareas que más está disfrutando mi hijo de dos años durante este confinamiento es el cuidado de las flores. Tenemos la suerte de estar pasando esta época en el campo, muy conectados con la naturaleza y este hecho le ha llevado a descubrir el lado silvestre de la cotidiano. Este fin de semana, mientras regaba, me propuso coger una flor de cada una de las plantas que tenemos y, a su vez, yo le propuse hacer una pequeña prensa de flores.
Llevo mucho tiempo queriendo hacer una con madera y tornillos, pero lo bueno que tiene la improvisación y la impaciencia de los niños es que rápidamente encuentras recursos. Aprovechando una caja de cartón, servilletas y una goma elástica que nos había servido para hacer mascarillas hicimos nuestro pequeño artefacto floral.
Es muy sencillo: sólo se necesitan varios rectángulos de cartón, servilletas de papel para poner entre capas y, en nuestro caso, utilizamos una goma para sujetarlo todo bien. Ahora la tenemos en la estantería entre libros y estamos deseando que pasen diez días para ver cómo han quedado nuestras flores. ¡De aquí seguro que sale otro DIY campestre!
18/1/17
Uno de los últimos días otoñales que disfrutamos en el norte, mientras esquivaba el viento en una de las calles principales de mi ciudad, me topé con la tienda Flying Tiger. ¿A que suena romántico? Mentiría si no afirmara que soy muy fan de todos los cachivaches bonitos que tienen (alguna entrada de este blog me delata) y mes a mes me gusta darme un paseo por sus estanterías en busca de flechazos.
Esta es la auténtica razón por la que no pude resistirme a llevarme a casa este kit de bordado de un cactus en flor. Venía con un bastidor de madera, una tela de saco con el motivo, una aguja y las lanas necesarias para completar el dibujo.
No tiene mucho misterio, pero me hizo pasar una agradable tarde de domingo con mi ayudante gatuno, al lado de la chimenea. Además, me ha picado el gusanillo y este año quiero decorar una de las paredes de mi salón con bastidores que vaya bordando poco a poco los próximos meses. ¿Conseguiré armar mi pequeña colección?
31/10/16
La primera vez que me invitaron a una fiesta de Halloween fue recién aterrizada en la universidad. Hasta ese momento, nunca había oído que el 31 de octubre se celebraba en España como lo hacían en las series americanas que veía en La 2. Imagino que ésta fue una de las “brechas” propias del entorno rural, mientras los niños urbanitas de mi generación se disfrazaban de zombies, los de los pueblos acompañábamos a nuestras madres y abuelas en el día grande de los cementerios.
Después de disfrazarme esa primera vez con lo primero que pillé en casa, no he vuelto a caracterizarme de ningún espíritu o personaje terrorífico. De hecho, no decidí añadir esta fecha a mi listado de celebraciones hasta el día en el que el timbre de mi casa sonó y, tras un susto de muerte, abrí la puerta y me encontré con una decena de niños suplicándome en silencio su ración de dulce. Desde ese día, hace ya cinco años, siempre dejo preparado el cuenco de gominolas, preparo una cena especial y veo “Pesadilla antes de Navidad” bajo una manta en el sofá.
Este año casi todas las fechas señaladas están siendo diferentes porque las estoy viviendo con nuevas rutinas. Así que Halloween no podía ser de otra forma, por eso ayer aproveché para pintar una calabaza del huerto y recoger unas cuantas hojas que me han servido para hacer un pequeño centro de mesa decorativo. Es muy sencillito, pero en esta casa a todos nos gusta (incluidas las dos fieras gatunas) porque nos recuerda lo bien que nos sienta estar rodeados de naturaleza.
¿Y tú, cómo celebras la noche más terrorífica del año?
24/4/16
Dentro de unos meses a mi familia se va a incorporar una pequeña a la que, sin conocerla aún, sé que voy a querer (y consentir) muchísimo. Llevaba mucho tiempo esperando este momento, así que no me ha costado nada activar la operación bebé sobrina. En las conversaciones telefónicas con mi madre ahora siempre hay un rato en el que planificamos las labores handmade. Ella que lleva toda la vida haciéndole ajuares a los bebés de amigos y familiares, me lleva mucha ventaja; pero yo aporto el toque Pinterest, guardando todas las cosas bonitas que tenemos que hacer en estos meses que restan de embarazo. Trabajo en equipo.
La primera de mis labores ha sido muy, pero que muy sencilla. Aprovechando mi visita a una tienda en busca de unas agujas de ganchillo, vi este babero preparado para punto de cruz. Me lo llevé a casa y en cuanto tuve un rato me puse manos a la obra buscando un motivo que bordar en él.
Como todavía no teníamos (ni tenemos) nombre, se me ocurrió que el primero de sus baberos tenía que tener un toque marinero. El motivo que elegí es el de un barco velero escoltado por dos corazones. Como no podía ser de otra forma, siendo un motivo tan naval, me decanté por dos azules: un azul claro para el relleno y un azul añil para delimitar el borde.
Aunque la pequeña nazca en una ciudad sin mar, espero que este babero le recuerde que en sus venas corre el salitre del Cantábrico ♡
24/2/15
Debería comenzar el post disculpándome por incumplir (¡tan pronto!) el propósito que me hice de ser más constante y no abandonar esta parcela que tanto disfruto. Pero, sin que sirva de excusa, llevo seis semanas, desde que comencé el máster de interiorismo, a pleno rendimiento. Es cierto que aún así debería encontrar mis huecos en la semana para regar este espacio y para dedicarme esos mimos que me prometí y que hace semanas se reducen a tapar el cansancio con un buen antiojeras.
Tras este impasse que espero que no se repita muy frecuentemente, quería hablaros de un taller al que asistí a comienzos de febrero sobre cosmética natural. Hacía tiempo que quería aprender las nociones básicas, así que mi hermana se quedó con la copla y en Reyes me sorprendió con este taller de introducción que impartía Elena, de Elena&co. Fue intensivo y una mañana nos bastó para aprender que la cosmética natural es un mundo y que formular cremas y lociones acaba siendo adictivo.
Podría enumeraros las ventajas que supone cuidar nuestra piel (no olvidemos que es el órgano más grande de nuestro cuerpo), pero seguramente muchas ya las conozcáis. Yo personalmente hace tiempo que intento, dentro de lo posible, no echarme lo primero que encuentro y decantarme por productos naturales que no tengan componentes químicos. Por poner un ejemplo, hace unos meses que trato de compensar la deshidratación con aceite de coco 100% y mi piel ha mejorado mucho. Esto mismo lo aplico al pelo y siento que recupera el brillo que ha ido perdiendo por el uso de champús comerciales que no siempre son para mi tipo de cuero cabelludo.
Si el tema os interesa, buceando por Internet encontraréis un montón de información acerca de la cosmética artesana. Habrá voces que afirmarán que los beneficios no están tan probados y que el esfuerzo (económico y personal) no merece la pena, mientras que otras alabarán que su piel luce de forma diferente desde que se ha liberado de los componentes químicos. En estos casos creo que lo mejor es comprobarlo en una misma, está claro que lo que a alguien le va estupendamente puede que no nos siente bien a nosotras y viceversa. Luego también entra en juego la genética, yo recuerdo que mi abuela jamás se dio una crema en la cara, sólo unas gotitas de aceite de oliva antes de dormir, y no tenía ni una arruga.
La mañana de taller nos cundió mucho porque salimos de allí con una crema facial de rosas (que huele estupendamente y tiene una textura muy cremosa), un agua micelar (que desmaquilla con una sóla pasada) y un champú de romero y limón. Como veis, Elena, la profe, cuidó hasta el último detalle con estos botes tan cucos y la bolsita con nuestro nombre.
Estoy deseando tener tiempo para poder hacerme con un kit de inicio y comenzar a formular. Cuando comience a hacer mis lociones compartiré las recetas y el procedimiento para que, si os animáis, comencéis a haceros vuestros propios potingues. Si queréis ir probando con algunas fórmulas y tenéis alguna noción, os recomiendo las del blog de Jabón y Vida que están muy bien explicadas.
¿Y vosotrxs, tenéis alguna experiencia con la cosmética natural?
4/12/14
Mi relación con el ganchillo, que es una relación de amor/odio, es muy curiosa porque si bien cada vez que cojo una aguja y trapillo mi mente activa la acción “hacer cestas”; cuando es lana lo que tengo cerca, no sé por qué, pero me apetece hacer sonajeros. Ahora este magnetismo tiene una razón: por fin alguien utilizará los tropecientos sonajeros que tengo acumulados.
Os enseño el último que hice, un sonajero conejo. El patrón que he seguido en este caso es del blog Amigurumies. Es muy sencillo, lo único más complicado es hacer la expresión de la cara. En este caso yo lo he hecho con hilo y le he metido el cascabel en la cabeza dentro del plástico de un huevo Kinder, para asegurar que suene bien. Si queréis adentraros en esta extraña afición llamada “hacer sonajeros” es un buen patrón con el que iniciarse; pero cuidado, porque al final engancha 🙂


1/12/14
El primer paso, al menos en mi caso, es el más difícil porque requiere pensar en un tema y en cómo materializar todo lo que queremos expresar en un objeto. Hay personas que nos lo ponen más fácil (porque tienen aficiones o gustos muy concretos), pero hay quienes requieren más de una pensada para dar con la tecla. En ese caso, siempre es bueno contar con temáticas que sabemos que a todo el mundo (no sé si a todo, todo, pero dejémoslo en la mayoría) le atraen.
Uno de mis ases en la manga es el cosmos. ¿A quién no le inquieta el Universo? ¿Las constelaciones? Además de ser una temática atractiva, es muy estética y evocadora. Acompañar nuestro día a día con algún detalle que nos recuerde todo lo que existe más allá, y lo que no se ha descubierto aún, seguro que nos ayuda a relativizar los asuntos terrenales.
Si sois de los que os preguntáis qué hay más allá de las estrellas, esta selección de cinco proyectos DIY os va a interesar.
1) Lámina

2) Tarjetas personalizadas

3) Decoración de paredes

4) Mantel galáctico

5) Detalle cerámico

21/11/14
Los dulces son mi perdición y ahora, sí o sí, me toca enfrascarme en repostería cada vez que me pica el gusanillo. Poco a poco irá cambiando, pero aún hoy hay pocas pastelerías que ofrezcan productos libres de lactosa; así que no queda más remedio que encender el horno y enharinarse las manos. El resultado de uno de esos días en los que el chocolate me guiña un ojo fueron estos mini brownies de chocolate y nueces. La receta está hecha con ingredientes sin lactosa, pero estos se pueden sustituir perfectamente por ingredientes que contengan el azúcar de la leche.
- 100 gr. de mantequilla sin lactosa
- 3 huevos grandes
- 200 gr. de azúcar
- 140 gr de harina
- 75 gr. de nueces
- 3 cucharadas de cacao en polvo (el cacao puro en polvo de Valor no tiene lactosa)
- Precalentamos el horno a 180ºC mientras realizamos la masa. Forramos el molde para magdalenas con 12 moldes de papel.
- En un bol, batimos los huevos con el azúcar hasta que quede una crema y añadimos la esencia de vainilla. Incorporamos la harina tamizada y la mantequilla fundida a la que previamente habremos añadido el cacao en polvo.
- Añadimos las nueces partidas y lo mezclamos bien. Con la ayuda de una cuchara o un dosificador de helado repartimos la masa por los moldes de papel.
- Horneamos los mini brownies en el horno 30 minutos o hasta que veamos que tienen una consistencia que los haga estar duros por fuera, pero esponjosos por dentro.
- Los dejamos reposar 15 minutos en una rejilla (para que no se ablanden) y… ¡ya están listos para comer!
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15/11/14
Para mí entrar en Tiger Stores y no comprar nada es harto difícil. Creo que todas las veces que voy salgo con algo, aunque sea un detallito. No lo puedo evitar, sobre todo los meses que la temática de la colección me atrae demasiado. Mis preferidas siempre suelen ser las cosas para peques (que me compro para mí), las piezas de cerámica y la papelería.
La última vez que fui hace unos días, nada más entrar este zorro me guiñó un ojo. Por este animal siento una predilección especial, me encanta. Y si además se me presenta en cojín y tiene el tamaño perfecto para una cuna, ¡compro idea! Costaba 4€ y viene listo para recortar las piezas y coserlo. Lo primero que hice fue desdoblarlo y pasarle un poco la plancha, las dobleces están muy marcadas, pero con el primer lavado se difuminarán.
El siguiente paso es recortar las dos piezas. Como en el cole, siguiendo la línea de puntos.
Una vez recortadas las piezas toca prepararlas para la costura. Enfrentamos las piezas por la cara impresa y, en mi caso, las uní con alfileres para que no se me separaran en la máquina de coser.
Yo lo hice con máquina, pero se puede hacer muy fácilmente a mano. Eso sí, hay que dejar el suficiente espacio abierto para que podamos darle la vuelta y rellenarlo. Para el relleno aproveché un cojín que tenía en casa y que me sirve también para rellenar los amigurumis. Una vez lo tengamos lleno, cosemos la costura que dejamos abierta de forma que el hilo no se vea. ¡Y ya lo tenemos!
8/11/14



30/9/14




15/9/14
Para un envase como el que yo utilizo, las medidas son 20gr de aceite de almendras dulces y 20gr de manteca de cacao. Para mezclarlos basta con ponerlos en un bol al baño maría. Con el fuego bajo, en pocos minutos estará disuelto. Si quieres que sea exfoliante, puedes echarle una cucharadita de azúcar que te ayudará a retirar las pieles muertas.
¡Y sin más misterio ya tenemos nuestro bálsamo labial! La textura es untuosa, lo ideal es tenerlo a temperatura ambiente; si os gusta que esté más sólido podéis meterlo en la nevera. Entre los beneficios de esta combinación están: propiedades antioxidantes, alto contenido en vitamina A-B-E, favorece la regeneración de la piel y proporciona un alivio en zonas irritadas.