gastro
4/6/15
Algún día escribiré sobre la importancia que tiene la comida a la hora de cuidar y mantener las relaciones sociales en mi familia. Me gustaría enfrentar este proceso creativo con calma, revisitando la memoria y rescatando todo el material gráfico que durante años hemos ido recopilando sin querer.
Mi madre es cocinera (entre otras muchas cosas) y su vida ha estado ligada siempre a los fogones. Ahora está muy de moda esto de definir el tipo de cocina (asiática, mediterránea, fusión…), pero la de mi madre siempre ha sido una cocina del afecto. Quiero creer que las tres hijas hemos heredado ese mimo y gusto por cocinar y me gustaría algún día comprobar que se nos ha pegado al menos una porción de su creatividad y paladar. La versión culinaria del mítico anuncio de “si tú lees, ellos leen”, se cumple en nuestro caso.
Este fin de semana, buscando en la red recetas de pasta fresca, me encontré con un proyecto que le da una vuelta a cómo se representan los procesos cuando se graba una receta. En este caso, la aproximación que hacen es a través de los sonidos. Seguramente os vienen muchos recuerdos de la cocina de vuestra infancia, ¿pero alguno de ellos es sonoro?
Estas videorecetas buscan descubrir los secretos de los platos atendiendo a cada detalle de su preparación, centrándose especialmente en su sonoridad. El crujir de los huevos cuando se abren, de la masa cuando se estira, el aceite hirviendo…
Pensando en los sonidos de la cocina que me han acompañado el primero que me viene a la cabeza es el del traqueteo del mortero y ese “chup chup” tan característico de los buenos sofritos. ¿Y a ti, qué sonido es el que te evoca la cocina de tu infancia?
8/1/15
Como si no hubiéramos tenido poco con las comilonas propias de la Navidad, hoy mi descubrimiento ártico va dedicado a The Bojon Gourmet. Este blog es “una celebración de recetas dulces y saladas” que utiliza productos de temporada y cuida hasta el mas mínimo detalle estético. Recuerdo que llegué a él hace unas semanas precisamente por las composiciones artísticas de sus recetas. Después, me quedé por su contenido y porque incluye gran variedad de propuestas sin gluten pensadas para aquellos que sufrimos alguna intolerancia alimentaria.
Si hubiera hecho el sabio ejercicio de concretar aún más mis propósitos para este año que recién ha comenzado, uno de los que habría incluido en el apartado de Creatividad sería el de aprender nociones básicas para hacer un buen food styling. Cuando alguna ocasión he comentado entre amigos que teniendo en cuenta lo que nos gusta cocinar en mi casa debería aprender a hacer estilismo culinarios vistosos, su mirada fruncida no ha necesitado más respuesta.
¿Estilismo culinarios? ¿Ahora vestir la comida es tendencia? Pues sí, lo es, aunque no me atrevería a catalogarlo como tendencia teniendo en cuenta que quien adora cocinar también tiene querencia porque sus platos luzcan bonitos y atractivos. Es como vestir las mesas, ¿acaso muchas de nuestras madres se sentirían cómodas comiendo, como hacemos a veces nosotros, sin mantel y sin todos los elementos colocados sobre la mesa? Bien es cierto que ahora tenemos más herramientas que nos permiten capturar con nuestras cámaras lo que anteriormente pintores como Velázquez o Murillo capturaron con sus pinceles en los bodegones.
Volviendo al hallazgo ártico, os dejo varias fotografías de las recetas de The Bojon Gourmet que seguramente os animen a colocaros el delantal.
¿Estilismo culinarios? ¿Ahora vestir la comida es tendencia? Pues sí, lo es, aunque no me atrevería a catalogarlo como tendencia teniendo en cuenta que quien adora cocinar también tiene querencia porque sus platos luzcan bonitos y atractivos. Es como vestir las mesas, ¿acaso muchas de nuestras madres se sentirían cómodas comiendo, como hacemos a veces nosotros, sin mantel y sin todos los elementos colocados sobre la mesa? Bien es cierto que ahora tenemos más herramientas que nos permiten capturar con nuestras cámaras lo que anteriormente pintores como Velázquez o Murillo capturaron con sus pinceles en los bodegones.
Volviendo al hallazgo ártico, os dejo varias fotografías de las recetas de The Bojon Gourmet que seguramente os animen a colocaros el delantal.
Imágenes cortesía de Alanna Taylor Tobin | The Bojon Gourmet
21/11/14
Hay días en los que una se levanta flamenca y con muchas ganas de dejar a un lado el ordenador y enfrascarse en la cocina. Siempre me ha gustado cocinar (con una madre cocinera parece un delito no disfrutar de los fogones), pero desde que hace un año me diagnosticaron una intolerancia severa a la lactosa guiso muchísimo más.
Los dulces son mi perdición y ahora, sí o sí, me toca enfrascarme en repostería cada vez que me pica el gusanillo. Poco a poco irá cambiando, pero aún hoy hay pocas pastelerías que ofrezcan productos libres de lactosa; así que no queda más remedio que encender el horno y enharinarse las manos. El resultado de uno de esos días en los que el chocolate me guiña un ojo fueron estos mini brownies de chocolate y nueces. La receta está hecha con ingredientes sin lactosa, pero estos se pueden sustituir perfectamente por ingredientes que contengan el azúcar de la leche.
Aquí va la receta:
INGREDIENTES (12 unidades)
- 100 gr. de mantequilla sin lactosa
- 3 huevos grandes
- 200 gr. de azúcar
- 140 gr de harina
- 75 gr. de nueces
- 3 cucharadas de cacao en polvo (el cacao puro en polvo de Valor no tiene lactosa)
ELABORACIÓN
- Precalentamos el horno a 180ºC mientras realizamos la masa. Forramos el molde para magdalenas con 12 moldes de papel.
- En un bol, batimos los huevos con el azúcar hasta que quede una crema y añadimos la esencia de vainilla. Incorporamos la harina tamizada y la mantequilla fundida a la que previamente habremos añadido el cacao en polvo.
- Añadimos las nueces partidas y lo mezclamos bien. Con la ayuda de una cuchara o un dosificador de helado repartimos la masa por los moldes de papel.
- Horneamos los mini brownies en el horno 30 minutos o hasta que veamos que tienen una consistencia que los haga estar duros por fuera, pero esponjosos por dentro.
- Los dejamos reposar 15 minutos en una rejilla (para que no se ablanden) y… ¡ya están listos para comer!
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12/11/14
En mi casa el momento de la comida es sagrado. Comer todos juntos (cuando los planetas se alinean y los trabajos nos dejan escaparnos al calor hogareño) y alrededor de una mesa repleta de víveres es un ritual que siempre respetaremos. El mantel debe estar bien colocado, el cuchillo y la cuchara a la derecha, el tenedor a la izquierda, la servilleta a mano y el vaso o copa (dependiendo de qué se vaya a beber) relucientes.
Alrededor de la mesa surgen las mejores conversaciones, se resuelven los conflictos más amargos y compartimos con los nuestros aquellos detalles que son arrasados por la rutina y el mundanal ruido. Gracias a vivir sola desde hace años he aprendido a valorar la suerte que supone tener una familia que posiciona tan alto en su escala de prioridades lo que los americanos llaman, slowlife. Parar de forma sincronizada el minutero de los relojes para activar el paladar y disfrutar de la compañía.

Este pensamiento que comparto en voz alta me asalta cada vez que en Instagram se me cruza una foto de _our food stories_. Detrás de esta oda a la buena comida y el placer de cocinar se encuentran Laura y Nora, fotógrafa y estilista de comida. Cuando ves sus fotografías y composiciones te das cuenta de que hacen un equipo perfecto. La vertiente creativa no se queda sólo en las cuidadas instantáneas, sino que su blog es una colección fantástica de recetas vegetarianas, veganas y sin gluten. Las que tenemos la mala suerte de tener intolerancias alimentarias agradecemos recetarios como éste que mimen tanto la estética. ¿Acaso no comemos también por los ojos?
Para que podáis enamoraros de sus creaciones culinarias tanto como yo, os dejo una selección de sus platos. Un buen plan es traducir alguna de sus propuestas (lamentablemente están en alemán, pero nada que no pueda solucionar un traductor online), escoger una lista de Spotify molona, acompañarla de un buen vino y dejarse llevar por ese acto de amor que es cocinar.


Fuente de las fotografías: Our Food Stories
14/9/14
Viendo las recetas de Julie puedes llegar a imaginar cómo es su cocina: luminosa, grande y con un montón de vasija ordenada metódicamente. Su blog, Julie’s Kitchen, es la bitácora de alguien que desprende su amor por la cocina y por el disfrute del proceso más que el resultado. Hay quienes en el día a día, por las prisas, olvidamos la magia que contiene la cocina; desde la elección de la receta y los productos, pasando por su combinación y la rectificación de sabores.
Además de recetas, en el blog de Julie podéis encontrar unos maravillosos collages que hace con comida. Bodegones en los que combina a la perfección diferentes tonalidades y coloca delicadamente los alimentos para que el resultado sea tan armonioso y colorista. ¿Qué os parecen?
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