Hace unos días os contaba que, ante la llegada de una peque, en mi familia habíamos activado la “operación bebé”. No hay vuelta atrás, los engranajes se han puesto en marcha y tenemos decenas de planes handmade rondándonos que son de lo más variopinto: desde mudas de ganchillo, mantas de patchwork, muñecas… hasta cunas de madera. Esta Navidad creo que vamos a tener que enchufar la estufa porque se nos están ocurriendo tantas cosas que hacer con madera que nos va a dar pena una pena horrible encender la chimenea.
Mi relación con el ganchillo, que es una relación de amor/odio, es muy curiosa porque si bien cada vez que cojo una aguja y trapillo mi mente activa la acción “hacer cestas”; cuando es lana lo que tengo cerca, no sé por qué, pero me apetece hacer sonajeros. Ahora este magnetismo tiene una razón: por fin alguien utilizará los tropecientos sonajeros que tengo acumulados.
Os enseño el último que hice, un sonajero conejo. El patrón que he seguido en este caso es del blog Amigurumies. Es muy sencillo, lo único más complicado es hacer la expresión de la cara. En este caso yo lo he hecho con hilo y le he metido el cascabel en la cabeza dentro del plástico de un huevo Kinder, para asegurar que suene bien. Si queréis adentraros en esta extraña afición llamada “hacer sonajeros” es un buen patrón con el que iniciarse; pero cuidado, porque al final engancha 🙂
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